Bridget C. Booske, PhD, MHSA; Stephanie A. Robert, PhD; Angela M. K.
Rohan, PhD
Citaci髇 sugerida para este art韈ulo: Booske BC,
Robert SA, Rohan AMK. Nivel de concientizaci髇 sobre las desigualdades en
salud por raza y estatus socioecon髆ico en los Estados Unidos: Encuesta
Nacional de Opini髇 sobre Salud y Desigualdades en Salud, 2008-2009. Prev
Chronic Dis 2011;8(4):A73.
http://www.cy118119.com/pcd/issues/2011/jul/10_0166_es.htm. Consulta: [fecha].
REVISADO POR EXPERTOS
Resumen
Introducci髇
Recientemente se han dise馻do iniciativas encaminadas a mejorar la
concientizaci髇 p鷅lica sobre las desigualdades en salud. Sin embargo,
existen pocas investigaciones que hayan documentado el nivel de
concientizaci髇 p鷅lica con respecto a las desigualdades en salud por raza o
grupo 閠nico y estatus socioecon髆ico en los Estados Unidos. Nuestro
objetivo fue determinar 1) si el p鷅lico estadounidense est?consciente de
las desigualdades en salud por raza, nivel educativo e ingresos, 2) si el
nivel de concientizaci髇 difiere con respecto a los distintos 醡bitos de
desigualdad y 3) qu?caracter韘ticas de los encuestados se asocian a la
concientizaci髇 sobre las desigualdades en salud por raza, nivel educativo e
ingresos.
M閠odos
Administramos la Encuesta Nacional de Opini髇 sobre Salud y
Desigualdades en Salud a 2,791 adultos estadounidenses. Hicimos preguntas
sobre desigualdades en salud por pares de subgrupos de la poblaci髇:
Afroamericanos frente a blancos; no graduados de escuela secundaria superior
frente a graduados; graduados de secundaria superior frente a graduados de
la universidad; pobres frente a clase media; y clase media frente a ricos.
Usamos pruebas de χ2 y regresi髇 log韘tica para comparar
correlaciones en la concientizaci髇 de los encuestados sobre las
desigualdades en los distintos subgrupos de la poblaci髇.
Resultados
La mayor韆 de las personas encuestadas estaba consciente de las
desigualdades en salud entre los pobres y la clase media (73%); una cantidad
menor estaba consciente de las desigualdades en salud entre afroamericanos y
blancos (46%). Si bien los encuestados reconocieron que el nivel educativo
est?asociado a muchos resultados positivos en la vida, hab韆 una menor
conciencia sobre el v韓culo que hay entre la educaci髇 y la salud. Los
encuestados m醩 j髒enes, con menos estudios, menos ingresos, m醩 saludables
o de ideolog韆 pol韙ica conservadora ten韆n una probabilidad menor de estar
conscientes de las desigualdades en salud.
Conclusi髇
La concientizaci髇 sobre las desigualdades en salud difiere en funci髇
del tipo de desigualdad y las caracter韘ticas de la persona encuestada.
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Introducci髇
Una meta clave de la iniciativa Gente saludable 2020 es eliminar
las disparidades en salud (1) porque una evidencia abrumadora indica que en
los Estados Unidos existen desigualdades enormes y persistentes por raza,
estatus socioecon髆ico y otros factores demogr醘icos y sociales (2-5).
Sin embargo, el p鷅lico general puede no estar consciente de estas
desigualdades en salud. La falta de concientizaci髇 p鷅lica puede ser una
barrera para la elaboraci髇 de pol韙icas orientadas a resolver las
desigualdades en salud (6). Varias iniciativas recientes est醤 destinadas a
aumentar la concientizaci髇 sobre esas desigualdades. Por ejemplo, la serie
de la televisi髇 p鷅lica PBS, Unnatural Causes ("causas no naturales"),
es un documental que analiza las desigualdades en salud, poniendo 閚fasis en
las desigualdades en salud por raza o grupo 閠nico o por estatus
socioecon髆ico, y la Commission to Build a Healthier America (Comisi髇
para construir un pa韘 m醩 saludable) de la fundaci髇 Robert Wood Johnson,
aborda los determinantes no m閐icos de la salud y de las desigualdades en
salud (2,7).
Pese a este y otros intentos por aumentar la concientizaci髇 p鷅lica
sobre las desigualdades en salud, se sabe poco del nivel real de
concientizaci髇 en el p鷅lico estadounidense. Si bien se cuenta con
informaci髇 sobre la concientizaci髇 p鷅lica sobre las desigualdades en la
atenci髇 m閐ica en los Estados Unidos (8,9), hay poca informaci髇 disponible
relacionada con la concientizaci髇 sobre las desigualdades en los resultados
de salud. Una excepci髇 la constituye el estudio de Lillie-Blanton y su
equipo, quienes en 1999 realizaron una encuesta para sondear la
concientizaci髇 sobre las diferencias entre afroamericanos y blancos en
t閞minos de tasas de mortalidad neonatal y esperanza de vida (9). En su
estudio encontraron que la mayor韆 de los estadounidenses (tanto blancos
como afroamericanos) no estaban conscientes de las desventajas de los
afroamericanos en estos dos resultados de salud.
Para comprender mejor la concientizaci髇 del p鷅lico y sus opiniones
sobre los determinantes de salud y de las desigualdades en salud, realizamos
la Encuesta Nacional de Opini髇 sobre Salud y Desigualdades de Salud, que se
bas?en una encuesta previa administrada en Wisconsin (10). Presentamos los
resultados de esta encuesta nacional y abordamos las tres preguntas
siguientes: 1) 縀st?consciente el p鷅lico estadounidense de las
desigualdades en salud por raza, nivel educativo o nivel de ingresos? 2) 縀xisten
diferencias de concientizaci髇 con respecto a estos 醡bitos de desigualdad
en salud y por nivel socioecon髆ico? 3) 縌u?caracter韘ticas de los
encuestados est醤 asociadas a la concientizaci髇 sobre las desigualdades en
salud por raza, nivel educativo y de ingresos?
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M閠odos
Contratamos al Centro de Investigaci髇 sobre Opini髇 Nacional para que
llevara a cabo una encuesta telef髇ica de discado aleatorio entre noviembre
del 2008 y febrero del 2009. Seleccionamos una muestra representativa
nacional y ampliamos el tama駉 de la muestra en condados con al menos 40% de
poblaci髇 hispana o afroamericana, al menos 20% de la poblaci髇 por debajo
del nivel federal de pobreza o al menos 40% de los encargados del hogar con
un nivel educativo menor a secundaria superior (para contar con una muestra
considerable de grupos con estatus socioecon髆ico bajo y minor韆s raciales o
閠nicas). Realizamos 2,791 entrevistas (28% de la muestra aumentada).
Obtuvimos una tasa de respuesta del 28%, con base en el Consejo de
Organizaciones de Encuestas de Investigaci髇 Estadounidenses; la tasa de
cribaje fue del 79% y la de entrevistas del 46%. Creamos ponderaciones para
tener en cuenta la probabilidad diferencial en selecci髇, n鷐eros
telef髇icos no solucionados, no respuesta y cobertura m鷏tiple de tel閒onos
y l韓eas terrestres, y para representar la distribuci髇 nacional de adultos
por edad, sexo y raza. El comit?de 閠ica institucional para estudios
sociales de la Universidad de Wisconsin-Madison aprob?el proyecto.
El instrumento de la encuesta lo basamos en un instrumento de un estudio
previo realizado en Wisconsin (10) y realizamos pruebas piloto antes de su
implementaci髇. Elaboramos 7 paneles o grupos para examinar las opiniones
sobre distintos tipos de desigualdades en salud conocidas (2) y asignamos
aleatoriamente a los encuestados a uno de estos paneles. Las encuestas
administradas a todos los paneles de estudio eran id閚ticas a excepci髇 de
las preguntas sobre las desigualdades. La estructura de estas preguntas era
similar en todos los paneles, salvo cuando les pedimos a los encuestados que
consideraran las diferencias entre 2 grupos de comparaci髇 basadas en 1)
raza (afroamericanos [Grupo A] frente a blancos [Grupo B]), 2) nivel
educativo (personas no graduadas de la secundaria superior [Grupo A] frente
a graduadas [Grupo B], graduados de secundaria superior [Grupo A] frente a
graduados de universidad [Grupo B], y aquellos sin t韙ulo universitario [Grupo
A] frente a graduados de la universidad [Grupo B]), 3) nivel de ingresos (pobres
[Grupo A] frente a clase media [Grupo B], clase media [Grupo A] frente a
ricos [Grupo B], y aquellos de bajos ingresos [Grupo A] frente a los de
medianos ingresos [Grupo B]).
Les preguntamos a los encuestados si pensaban que el Grupo A ten韆 una
situaci髇 mejor, igual o peor que el Grupo B en varios 醡bitos de la vida,
como estado de salud, obtenci髇 de atenci髇 m閐ica o de servicios de salud
cuando los necesitaran, contar con seguro m閐ico, acceso a educaci髇 de
calidad, vivienda, oportunidades de empleo, ingresos familiares y calidad de
vida en general. A los encuestados que respondieron 損eor?les pedimos que
especificaran en su respuesta si era 揳lgo peor?o 搈ucho peor? Definimos
concientizaci髇 de una desigualdad como la respuesta inicial de 損eor?
El dise駉 de esta encuesta nos permiti?identificar si la concientizaci髇
sobre las desigualdades en salud difer韆 simplemente en funci髇 de los
grupos comparados. Al asignar de manera aleatoria un solo panel sobre una
desigualdad a cada encuestado, evitamos la posible contaminaci髇 de las
respuestas que podr韆 resultar si al mismo encuestado se le preguntara de
manera seriada sobre m鷏tiples tipos de desigualdad en salud en lugar de
solo uno.
Clasificamos el ingreso del hogar de los encuestados como menos de 200%
del nivel federal de pobreza o al menos 200%, la raza o grupo 閠nico como
hispano, negro no hispano u otro grupo no hispano; y para el nivel educativo
como graduado de la universidad, algo de estudios universitarios o con
educaci髇 secundaria superior o menos. Preguntamos a los encuestados si su
salud en general era excelente, muy buena, buena, regular o mala, y les
pedimos que autocalificaran su ideolog韆 pol韙ica como conservadora,
moderada o liberal.
Realizamos pruebas de χ2 para determinar si la concientizaci髇
sobre las desigualdades en salud difer韆 entre los distintos paneles y para
analizar las relaciones bivariadas entre las caracter韘ticas del encuestado
y su concientizaci髇. Luego utilizamos modelos de regresi髇 log韘tica
multivariada para examinar qu?caracter韘ticas del encuestado podr韆n
predecir la concientizaci髇 para cada tipo de disparidad en salud. En los
modelos de regresi髇 log韘tica, incluimos variables que estaban asociadas
significativamente (P < .05) a la concientizaci髇 en alguno de los
paneles de la encuesta. Realizamos an醠isis usando un sistema SPSS PASW
versi髇 18.0.0 (SPSS, Inc, Chicago, Illinois).
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Resultados
Las caracter韘ticas de los encuestados eran similares a las de la
poblaci髇 estadounidense salvo que ten韆n un mayor nivel de estudios
(Tabla 1). No hab韆
diferencias significativas en las caracter韘ticas demogr醘icas de los
paneles aleatorizados, lo que indica que la aleatorizaci髇 fue eficaz y los
paneles se pueden comparar directamente.
Concientizaci髇 sobre las desigualdades
Nuestro informe incluye los resultados de 5 de los 7 paneles de
encuestados debido a que los resultados del panel sobre los pobres frente a
la clase media fueron similares a los del panel que respondi?sobre personas
de bajos ingresos frente la clase media; y los resultados del panel sobre
graduados de escuela secundaria superior frente a graduados universitarios
fueron similares a los del panel que respondi?sobre las personas sin t韙ulo
universitario frente a las que lo poseen.
El porcentaje de encuestados conscientes de las desigualdades en salud
fue distinto en los 5 paneles de la encuesta (afroamericanos frente a
blancos, no graduados de secundaria superior frente a graduados, graduados
de secundaria superior frente a graduados universitarios, pobres frente a
clase media y clase media frente a ricos) (Tabla
2). Casi la mitad de los encuestados (46%) a los que se les pidi?que
compararan la situaci髇 de los afroamericanos frente a la de los blancos
estaban conscientes de que los afroamericanos est醤 en condiciones peores
que los blancos en t閞minos de salud. El 60% de los encuestados reconoci?la
existencia de desigualdades en salud entre personas no graduadas de
secundaria superior y graduadas, pero solo el 35% estaba consciente de las
desigualdades en salud entre graduados de secundaria superior y de
universidad. El 73% de los encuestados reconoci?las desigualdades en salud
entre los pobres y la clase media, pero solo el 44% estaba consciente de las
desigualdades en salud entre la clase media y los ricos.
Los encuestados a los que se les pregunt?sobre las desigualdades a nivel
educativo ten韆n una probabilidad menor de estar conscientes de las
desigualdades en salud por nivel educativo que con respecto a las
desigualdades en otros 醡bitos por nivel educativo (Tabla 2). En cambio, a
los que se les pregunt?sobre las desigualdades entre los pobres y la clase
media estaban conscientes de las desigualdades en salud por nivel de
ingresos, (73%) como tambi閚 de las desigualdades por nivel de ingresos en
casi todos los otros 醡bitos.
Caracter韘ticas de los encuestados asociadas a la concientizaci髇 sobre
las desigualdades en salud
La concientizaci髇 sobre las desigualdades en salud entre afroamericanos
y blancos oscil?entre un m韓imo de 32% (en los encuestados conservadores y
aquellos con estudios de secundaria superior o menos) y un m醲imo de 65% (en
liberales) (Tabla 3). Un
mayor porcentaje de encuestados con nivel educativo mayor a secundaria
superior, m醩 ingresos o una ideolog韆 liberal report?concientizaci髇 sobre
las desigualdades en salud entre afroamericanos y blancos.
La concientizaci髇 sobre las desigualdades en salud entre personas no
graduadas de la secundaria superior y las graduadas oscil?entre 45% (en
encuestados con escuela secundaria superior o menos) y 71% (en graduados
universitarios). Los niveles educativo y de ingresos se asociaron a la
concientizaci髇 sobre las desigualdades en salud de este panel educativo. En
cambio, de los encuestados a los que se les pregunt?sobre las desigualdades
entre graduados de secundaria superior y de universidad, el nivel de
estudios, el estatus econ髆ico, la edad y la ideolog韆 pol韙ica se asociaron
a la concientizaci髇 sobre las desigualdades en salud. La concientizaci髇
sobre estas desigualdades oscil?entre 19% (en los encuestados con educaci髇
secundaria superior o menos) y 50% (en graduados universitarios y liberales).
Los encuestados a los que se les pidi?concentrarse en las desigualdades
entre los pobres y la clase media presentaron la prevalencia m醩 alta en el
nivel de concientizaci髇 sobre desigualdades en salud; el rango oscil?entre
47% (hispanos) y 85% (liberales). El rango del nivel de concientizaci髇
sobre desigualdades en salud entre la clase media y los ricos fue de 32% (hispanos)
y 64% (personas con salud regular o mala). Los encuestados con menos
ingresos, estado de salud autocalificado como malo y tendencia pol韙ica
liberal fueron los que manifestaron mayor concientizaci髇.
Muchas de las asociaciones identificadas de los an醠isis bivariados
permanecieron significativas en los an醠isis multivariados
(Tabla 4). En general, en
los modelos multivariados, el nivel educativo y la ideolog韆 pol韙ica del
encuestado fueron los factores m醩 determinantes para predecir la
concientizaci髇 sobre las desigualdades en salud. Los encuestados de 65 a駉s
de edad o mayores ten韆n una doble probabilidad que los adultos m醩 j髒enes
de estar conscientes de las desigualdades en salud por raza y nivel
educativo. De manera an醠oga, los graduados de la universidad ten韆n una
probabilidad 1.5 a 3.9 veces mayor que los que ten韆n secundaria superior o
menos estudios de estar conscientes de dichas desigualdades. Los encuestados
con educaci髇 universitaria ten韆n una probabilidad aproximadamente 4 veces
mayor de estar conscientes de las desigualdades en salud entre graduados de
secundaria superior y de la universidad. Los liberales ten韆n una
probabilidad 3 veces mayor que los conservadores de estar conscientes de las
desigualdades en salud por raza, nivel educativo (graduados de secundaria
superior frente a graduados de la universidad) y nivel de ingresos. Las
personas con menos ingresos, peor estado de salud y liberales ten韆n una
mayor probabilidad de estar conscientes de las desigualdades en salud entre
la clase media y los ricos. Las personas con estado de salud regular o malo
ten韆n m醩 del doble de probabilidad de estar conscientes de las
desigualdades en salud entre afroamericanos y blancos que las que gozaban de
mejor salud.
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Discusi髇
Encontramos que el nivel de concientizaci髇 sobre las desigualdades en
salud por raza era considerablemente menor que el de concientizaci髇 sobre
las desigualdades entre no graduados y graduados de escuela secundaria
superior y entre los pobres y la clase media. Los hallazgos son congruentes
con las brechas de salud m醩 grandes observadas en los grupos de distintos
niveles de ingresos y de estudios que en los grupos raciales o 閠nicos (2).
Se observ?una falta sobresaliente de concientizaci髇 sobre el estado de
salud relacionado al nivel socioecon髆ico: 73% estaban conscientes de que
los pobres ten韆n una salud peor que la clase media, pero solo 44% estaban
conscientes de que la salud de la clase media era peor que la de los ricos.
De manera similar, en comparaci髇 con el 60% de las personas que estaban
conscientes de las desigualdades en salud entre las personas que no se
graduaron de escuela secundaria superior y las que s?se graduaron, solo el
35% estaba consciente de las desigualdades en salud entre graduados de
secundaria superior y de universidad. En otras palabras, la mayor韆 del
p鷅lico est?consciente de que las personas del nivel socioecon髆ico
inferior tienen una salud peor que las que est醤 por encima de ellas, pero
una minor韆 reconoce que las personas con el nivel socioecon髆ico superior
tienen mejor salud que aquellas que est醤 inmediatamente por debajo de ellas.
Los hallazgos reflejan una falta general de concientizaci髇 de que el factor
socioecon髆ico influye en la salud en todos los niveles socioecon髆icos y
que no solo representa una desventaja para las personas que est醤 en la
parte m醩 baja del sistema (11). De hecho, los resultados distintos entre
los 2 paneles de nivel educativo y los 2 de ingresos resaltan la importancia
de seleccionar cuidadosamente los grupos socioecon髆icos de comparaci髇 a
los que se debe sondear cuando se examine la opini髇 p鷅lica sobre las
desigualdades socioecon髆icas en salud.
A pesar de que hay conciencia de que el nivel educativo afecta muchos
醡bitos de la vida (como vivienda, ingresos, acceso a atenci髇 m閐ica), hay
pocas personas conscientes de que tambi閚 afecta la salud. Adem醩, menos de
la mitad del p鷅lico reconoce que existen desigualdades en salud entre
afroamericanos y blancos. Estos hallazgos son similares a los de
Lillie-Blanton y su equipo, donde el 45% de los blancos y el 42% de los
afroamericanos no estaban conscientes de las desigualdades entre blancos y
negros con respecto a las tasas de mortalidad neonatal, mientras que el 43%
de los blancos y el 46% de los afroamericanos no estaban conscientes de las
desigualdades entre blancos y negros con respecto a la esperanza de vida
(9).
Dada la evidencia de los v韓culos entre la educaci髇 y la salud (12,13) y
de las desigualdades en salud por raza o grupo 閠nico (5), nuestros
resultados parecen indicar que pueden ser factibles las campa馻s
informativas para aumentar la concientizaci髇 sobre las desigualdades en
salud de 韓dole educativa o racial o 閠nica. Sin embargo, las
investigaciones tambi閚 demuestran que es complicado elaborar mensajes sobre
los factores sociales determinantes de la salud y las desigualdades en salud
porque algunos m閠odos de comunicaci髇 pueden resaltar culpas en lugar de
mostrar preocupaci髇 hacia el grupo que presenta el peor estado de salud
(14,15). Adem醩, aumentar la concientizaci髇 p鷅lica sobre las desigualdades
en salud no garantiza que la gente se preocupe o desee hacer algo para
resolver esas desigualdades, aunque Rigby y su equipo encontraron que la
concientizaci髇 sobre las desigualdades en salud estaba asociada al apoyo a
la intervenci髇 gubernamental para solucionar estas desigualdades (16).
Nuestros resultados tambi閚 muestran diferencias en la concientizaci髇
sobre las desigualdades en salud de acuerdo a las caracter韘ticas
individuales. Los resultados de los an醠isis multivariados demostraron que
la ideolog韆 pol韙ica del encuestado est?fuertemente asociada a la
concientizaci髇 sobre las desigualdades en salud; los liberales ten韆n una
probabilidad tres veces mayor de estar consientes de las desigualdades en
salud raciales y socioecon髆icas que los conservadores. Los encuestados con
estudios universitarios ten韆n una probabilidad mayor de estar conscientes
de las desigualdades en salud por nivel educativo y de las desigualdades en
salud entre afroamericanos y blancos. Este hallazgo es congruente con los de
estudios europeos, en los cuales los encuestados con menos ventajas sociales
aparentemente reconocen menos las desigualdades en salud (17,18).
En los an醠isis multivariados, la edad era un factor predictivo de la
concientizaci髇 sobre desigualdades en salud por nivel de estudios y raza.
Por ejemplo, los encuestados de 65 a駉s o m醩 ten韆n m醩 del doble de
probabilidad que los de 18 a 44 a駉s de estar conscientes de las
desigualdades en salud entre afroamericanos y blancos. Estas personas eran
adultos j髒enes durante el punto m醩 醠gido del movimiento por los derechos
civiles, por lo que estar韆n m醩 sensibilizadas al problema de las
desigualdades raciales que los estadounidenses m醩 j髒enes que no
presenciaron este cap韙ulo formativo de la historia.
Los an醠isis pol韙icos sobre las preferencias hacia pol韙icas parecen
indicar que el conocimiento de las personas sobre 揹atos relacionados a
pol韙icas espec韋icas?con respecto a un asunto particular influye en sus
opiniones al respecto (19). La concientizaci髇 p鷅lica sobre las
desigualdades en salud es uno de estos 揹atos sobre pol韙icas espec韋icas?
que puede influir en el apoyo p鷅lico a programas y pol韙icas para reducir
las desigualdades en salud. El alto nivel de concientizaci髇 p鷅lica sobre
las desigualdades en salud entre los pobres y la clase media parece indicar
que de comenzarse un debate sobre las pol韙icas para reducir la brecha
espec韋ica entre los pobres y la clase media, la mayor parte del p鷅lico
estar韆 consciente de la existencia de estas desigualdades en salud. En
cambio, el nivel bajo de concientizaci髇 sobre desigualdades en salud entre
afroamericanos y blancos y por nivel educativo puede constituir un obst醕ulo
considerable para los esfuerzos por eliminar las desigualdades en salud por
raza o grupo 閠nico y por nivel educativo en los Estados Unidos.
Este estudio tiene varias limitaciones. Como suele ocurrir con las
encuestas telef髇icas, no pudimos contactar a todas las personas que fueron
seleccionadas aleatoriamente para participar. Si bien utilizamos una muestra
m醩 grande en los vecindarios menos favorecidos, nuestra muestra ten韆 un
nivel educativo m醩 alto que el de la poblaci髇 general. Utilizamos
ponderaci髇 para ajustar por respuesta diferencial. Sin embargo, en vista de
que en nuestros resultados los encuestados con un mayor nivel educativo
estaban m醩 conscientes de las desigualdades, puede ser que hayamos
sobreestimado los niveles generales de concientizaci髇. Otra posible
limitaci髇 es que nos referimos al reconocimiento de las desigualdades
sociales como 揷oncientizaci髇?sobre las desigualdades, pese a que algunas
respuestas de los participantes pueden reflejar procesos cognitivos
distintos. Por ejemplo, las personas con ideolog韆 conservadora, que por lo
general eran menos propensas a reconocer las desigualdades en salud, puede
ser que est閚 conscientes de que la sociedad cree que existen estas
desigualdades, aunque ellas no consideren que esto sea as? Adem醩, al
evaluar las desigualdades por 醡bito espec韋ico de raza o estatus
socioecon髆ico, estamos presumiendo que las personas piensan sobre estos
醡bitos a su discreci髇, lo cual puede que no sea el caso.
En conclusi髇, encontramos que la concientizaci髇 sobre las desigualdades
en salud depende del tipo de desigualdad (la concientizaci髇 sobre las
desigualdades econ髆icas era mayor que la de las desigualdades raciales o
educativas) y las caracter韘ticas individuales del encuestado. Comprender
estas diferencias en la concientizaci髇 del p鷅lico es necesario para
formular pol韙icas que reduzcan las desigualdades en salud.
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Agradecimientos
Este proyecto fue patrocinado por la fundaci髇 Robert Wood Johnson, a
trav閟 del subsidio n.o 63446.
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Datos sobre los autores
Autor responsable de la correspondencia: Bridget C. Booske, PhD, MHSA,
University of Wisconsin-Madison, Department of Population Health Sciences,
610 Walnut St, Room 507A, Madison, WI 53726. Tel閒ono: (608) 263-1947.
Correo electr髇ico: bbooske@wisc.edu.
Afiliaciones de los autores: Stephanie A. Robert, Universidad de
Wisconsin-Madison, Madison, Wisconsin; Angela M. K. Rohan, Departamento de
Servicios de Salud de Wisconsin, Madison, Wisconsin.
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